MASAJE SUECO

El Masaje sueco está considerado como el masaje clásico por dos motivos, por ser muy antiguo, aunando tradiciones orientales y occidentales se ha conseguido una terapia holística muy eficaz, y porque en occidente es el más conocido a través de las varias películas de los años 60 - 70 (sobre todo de espías ), con la imagen clásica (valga la redundancia) del cliente tumbado en camilla y tapado por sábanas o toallas y el masajista propinándole una suerte de acciones aparentemente muy enérgicas.

Masaje sueco terapéutico y de relación

El Masaje sueco se aplica directamente al objeto de contribuir a la recuperación de algún mal, versión que llamamos normalmente "terapéutico", o bien con más parsimonia, ayudándonos con aceites naturales, para contribuir al bienestar general, versión que a veces se llama "de relajación" o también "de relación" cuando lo da un familiar o conocido.

Siempre hablamos de una manipulación sistemática del tejido suave del cuerpo, masajeando en todas las zonas del cuerpo siempre en contra del sentido de la circulación, tal y como fué desarrolada por Henrik Ling en Suecia alrededor del año 1830.

Esta técnica ayuda a estimular la circulación sanguínea, el transporte de oxigeno en sangre, la actividad cardiovascular y la eliminación de toxinas de los músculos; finalmente debe conseguir la relajación muscular. En algún sentido, muchos tipos "modernos" de masaje derivan de éste.

El Masaje sueco requiere que el paciente esté muy cómodo, siendo habitual que se encuentre  en ropa interior en casos de máxima confianza se podría realizar desnudo, y para conservar la temperatura suele taparse con sábana o toalla, excepto claro la parte del cuerpo masajeada.

Y puede (o debe) calentarse un poco el aceite. Para el caso de máximo rendimiento terapeútico es conveniente explicar al masajista la zona de referencia.

En ningún caso debe sentirse dolor, causa para detenerlo inmediatamente.

Notas sobre Masaje sueco.

El Masaje sueco se vale de los clásicos movimientos:

Effleurage: Movimientos a lo largo en la dirección del corazón, de deslizamiento con las manos abiertas y los dedos en ligera flexión. Ayudan a calmar, entonar y relajar los músculos. También ayuda distribuir el aceite en el cuerpo para los siguientes movimientos. Y quizás a romper el hielo entre cliente y masajista, familiarizándose además con su “toque” personal.

Petrissage: 

Estos movimientos son similares a un amasamiento (como cuando se hacen croquetas). Aumenta la circulación y es profundamente relajante.

Presión de puntos:

 Esta se enfoca en puntos donde hay una suave molestia cuando se presiona, indicativo de estrés y tensión. Se usa principalmente el dedo pulgar para presionar.

Fricción profunda: 

Movimientos circulares y variables, fricciones que alivian la tensión.

Rodillos: 

Sobre un área pequeña de la piel se practican “pellizcos” muy suaves. Como enrollando la piel.

Tapotement: 

Normalmente casi al final del masaje, percusión consistente en golpear (palmaditas gentiles) la región rápidamente con la mano, lo que ayuda a energizar el cuerpo, de forma más ligera (la fuerza penetra solo en el tejido superficial) o más intensa (la fuerza penetra más profundamente en los músculos, tendones, etc).

Variantes:

Palmear con la mano.

Golpetear con el borde cubital de la mano.

Golpear ligeramente con las puntas de los dedos (tobitas y punzitas).

Percutir con el puño cerrado (o enroscado).

Cepillado con los dedos:

Poniendo los dedos como un peine, se desliza con una presión suave de la punta de los dedos sobre el cuerpo. Esto ayuda a calmar los nervios y relajar los músculos. Debe hacerse al final de un masaje completo

Conviene prestar atención a los pequeños detalles.

Comenzar con un "Effleurage" correcto permite una intensa relajación reduciendo la frecuencia cardiaca y la presión arterial.

Los distintos movimientos deben aplicarse con precisión con un objetivo preventivo y curativo, un arte relacionado con el "don" del masajista, al que conviene conocer la presión adecuada para cada cliente, el "punto" óptimo de tacto.

El Masaje sueco es particularmente contraindicado en caso de padecer fiebre, vómitos, diarrea, nauseas, fracturas o moratonees, hematomas, artritis en la zona a tratar, osteoporosis, trombosis, tromboflebitis, venas varicosas, alta presión o problemas en el corazón.