lunes, 9 de diciembre de 2013

PUNTOS GATILLO

Puntos gatillo, todos habremos oido alguna vez este término, también conocido como “triggers points” y en la jerga popular como “tengo una pelota aquí”... pelota, nódulo, tendón son otras de sus denominacionnes populares, pero ¿que son realmente los puntos gatillo?

Hay un libro, el “Tratado de Travell y Simons“ que habla muy extensamente de estos puntos, tipos, localización, dolor referido, tratamiento, sintomatología. 

Este libro localiza en cada músculo la zona o zonas más tendentes a presentar triggers points.
Estos nudos de contracción son formaciones microscópicas que se corresponden con sitios de actividad eléctrica espontánea en la zona de la placa terminal, provocados (entre otras causas) por una disfunción vasculo-nerviosa que además es mantenida por la contracción provocada.

Características de los puntos gatillo


Dolor circunscrito espontáneo o a la presión digital en un área de consistencia nodular.
El nódulo doloroso se encuentra en una banda tensa palpable de fibras musculares (esta es la causa por la que comunmente se dice “tengo un tendón aqui…”).
El paciente puede reconocer como familiar el dolor evocado por la presión ejercida sobre el punto gatillo El dolor puede referirse a áreas distantes siguiendo un patrón característico de cada músculo.

Respuesta local de sacudida o contracción muscular espasmódica por presión digital o por penetración con aguja del punto gatillo.
Limitación dolorosa del movimiento.
Cierto grado de debilidad en el músculo afectado.
Hipersensibilidad en áreas alejadas.
Fenómenos regionales autonómicos y trastornos de la propriocepción.


Los puntos gatillo tanto sintomáticos como latentes, pueden ser causantes de muchas sintomatologías debido a los dolores referidos. Pueden dar síntomas a distancia, en otros músculos y en estructuras como el ojo, el oído, la faringe, dientes y muelas, vísceras torácicas, abdominales o pelvianas, articulaciones, huesos y tendones. Y en muchos casos es necesario el tratamientio específico de estos puntos para eliminar completamente el dolor.
La única forma de establecer el diagnóstico de punto gatillo se basa en la historia de vida y en el examen manual/digital de la musculatura. No existe ningún estudio que permita detectarlos. El dolor vinculado a puntos gatillo tiene una respuesta escasa o nula a los fármacos analgésicos, antiinflamatorios, opiáceos, sedantes, miorrelajantes y antidepresivos.

Cómo podemos evitarlos


Con las recomendaciones de toda la vida pero que poco prácticamos: intentando estar más relajados, es decir, no estresarnos. Mantener una postura correcta, ya que el mantenimiento de posturas incorrectas favorece la aparición de estos puntos por sobresolicitación de unos músculos y sobreestiramiento de otros. Estirar, al menos suavemente todos los días. Mantener una vida activa, realizar, al menos, ejercicios suaves. Y escuchar nuestro cuerpo y empezar a solucionar las leves molestias antes de que sea demasiado tarde.

Por definición, un P.G. es una zona minúscula (con un diámetro entre 0.5 y 1 centímetro) altamente irritable localizada en el interior de un músculo, que se presenta rígido a la palpación y que produce dolor, limitación en la amplitud del estiramiento y debilidad sin atrofia ni déficit neurológico. En ocasiones puede dar lugar a fenómenos autónomos (vegetativos) y distorsión de la sensibilidad propioceptiva.

 El P.G. es el generador del dolor.

 Los P.G. son haces de miofibrillas hiperirritables que se disponen anárquicamente como anudadas, en el interior de la banda tensa, dentro del músculo. Este hecho provoca una disminución de la elasticidad de ese músculo y de su fascia.
 Los P.G. se pueden encontrar estratificados unos encima de otros, situados en músculos superpuestos (en el momento del tratamiento deben ser liberados secuencialmente uno a continuación de otro, comenzando por el más superficial, más activo y más reciente).

 TIPOS DE PUNTOS GATILLO:

 En la práctica clínica habitual nos podemos encontrar con tres tipos de P.G. miofasciales:

 A) PUNTOS GATILLO ACTIVOS.

Son dolorosos sin estimulación. Siempre sensibles, el paciente los siente como un punto de dolor constante. El dolor aumenta al palpar el músculo, al presionarlo, al movilizarlo y al estirarlo.

 B) PUNTOS GATILLO SECUNDARIOS.

 Suelen desarrollarse como respuesta a la sobrecarga existente en la zona cuando los músculos agonistas y antagonistas del afectado tratan de compensar o ayudar a este músculo dañado.

 C) PUNTOS GATILLO LATENTES O SATELITES.

Se desarrollan dentro de la zona de referencia del P.G. activo original. No ocasionan dolor durante las actividades normales. Solo son dolorosos a la palpación. Son capaces de provocar los mismos fenómenos motores, autónomos y sensoriales, como consecuencia de un estimulo adecuado, comportándose de esta forma como los P.G. activos. Son activados por frío, calor, cambios de la presión atmosférica, daño repetitivo, síndrome atlético del fin de semana, etc.

 El diagnostico del S.D.M. se basa en la exploración meticulosa y en los hallazgos clínicos, fundamentalmente en la localización manual de los P.G. e identificación de las zonas de referencia. No existen datos de laboratorio ni radiológicos objetivables que puedan correlacionarse con los hallazgos clínicos.

  COMO BUSCAR E IDENTIFICAR LOS P.G.

 Los P.G. se identifican por medio de la palpación, en primer lugar superficial y posteriormente profunda. Se necesita para ello cierta practica, habilidad y un buen tacto.

 1. Palpación superficial: Se realiza en primer lugar para localizar el área sospechosa de actividad de un P.G.

 2. Palpación profunda: Al explorar profundamente la zona para encontrar el área de P.G. y la banda tensa que lo engloba, se puede encontrar: hiperirritabilidad, inmovilidad, sensibilidad dolorosa, edema, tensión, contractura muscular y cambios fibróticos.

 El P.G. se palpa como un nódulo, doloroso o hiperdoloroso, duro, muy pequeño, con un tamaño que oscila entre 5 y 10 milímetros de diámetro y con una consistencia como de "arroz crujiente".

 Además se pueden encontrar cambios locales en la piel., hipersudoración, cambios de temperatura, edema local.

 El músculo con un P.G. se presenta rígido y doloroso a la palpación, limitado en su amplitud de movimiento. Para palparlo se debe evitar la tensión del músculo implicado. Se debe situar el músculo en posición de relajación para explorarlo adecuadamente y despegarlo de las estructuras subyacentes que lo rodean. 

A continuación se realiza la palpación (identificación) del P.G. que puede ser plana (en músculos planos, por ej.: trapecio inferior), en pinza en músculos largos y redondeados (por ej.: esternocleidomastoideo) o por presión del músculo correspondiente (en general en los músculos más profundos, como el angular). Se encontrará una banda tensa aponeurótica o muscular dentro de la cual localizaremos el punto sensible hiperirritable (P.G.). A continuación es necesario explorar la posible existencia de P.G. satélites o secundarios

 Una vez realizada la localización de todos los P.G. (el mapeo) estaremos en condiciones de comenzar el oportuno tratamiento. En general, cuanto más antigua sea la lesión más puntos secundarios y satélites podrán generarse, por lo que más global será el patrón de dolor y más prolongado deberá ser el tratamiento; por lo tanto, al enfocar el tratamiento, el principal objetivo será localizar el patrón de dolor y definir de la forma más precisa la localización de los P.G. que provocan dicho dolor o coexisten con el mismo.

 La distribución y frecuencia topográfica de los P.G. no es uniforme. Se localizan preferentemente en los músculos de la cabeza, del cuello y cintura escapular: temporales, maseteros, cervicales, paraesternales, trapecios, supraespinosos, romboides, esternocleidomastoideo, angular de la escápula, etc. En la región lumbar (dorso inferior) los que se afectan con más frecuencia son los erectores del raquis y el cuadrado lumbar. En los miembros inferiores los músculos más afectados son el cuádriceps, los isquiotibiales y los gemelos. Curiosamente los músculos más predispuestos a la aparición del S.D.M. con P.G. son aquellos que funcionan también como músculos respiratorios accesorios. El dolor referido aparece también más frecuentemente cuando los T.P. se localizan en las áreas del cuello y hombros.

 TRATAMIENTO

 El objetivo principal del tratamiento del S.D.M. consiste en la "Liberación Miofascial", con la que pretendemos conseguir:
 - Recuperar la elasticidad de las fascias.
 - Restaurar la longitud normal del músculo.
 - Eliminar el dolor muscular.
 - Restaurar el movimiento y la actividad miofascial normal.
 - Evitar que un cuadro agudo miofascial se cronifique.
 - Mejorar la relajación.
 - Mejorar el control del movimiento.
 - Hacer más profundos y eficaces los estiramientos.
 - Sentir los músculos más flojos.

 NUESTRA PAUTA DE TRATAMIENTO

 La pauta que venimos utilizando se basa fundamentalmente en ocho puntos, que realizamos, de manera consecutiva, siguiendo un orden preestablecido y riguroso, y que son:

 1. DIGITOPRESION GRADUAL PROFUNDA.-

 Presión digital sobre el P.G., realizada con el dedo pulgar, mantenida durante más de 10 segundos, con descansos de 6-8 segundos y que se va incrementando 5 segundos cada vez que se presiona, hasta alcanzar los 3 minutos o hasta que el paciente refiere que el dolor en el área de referencia ha cesado.
 Esta presión, dolorosa o desagradable, es isquemiante inicialmente, y secundariamente es vasodilatadora.

 2. FRICCION TRANSVERSA PROFUNDA DE CYRIAX.-

 Se realiza, según la tolerancia del paciente, durante 2 a 3 minutos. Despega la banda tensa asociada a los P.G., colabora en la dispersión del foco del P.G., favorece la analgesia y la vasodilatación, con el consiguiente aumento del aporte de oxígeno a la zona tratada.
 A igual que la técnica del pulgar, esta es desagradable y dolorosa, por lo que debemos contar con la colaboración y tolerancia del paciente.

 3. CRIOMASAJE O CRIORREFRIGERACION.-

 Favorece la analgesia temporal desde la superficie, contribuyendo a romper el círculo dolor -> espasmo muscular, entre la piel, fascia y músculo.
 Se inicia desde la superficie de la piel en que se localiza el P.G. hacia las zonas de referencia.

 4. ESTIRAMIENTO MIOFASCIAL MANTENIDO.-

 Su objetivo es la elongación de los tejidos acortados: músculo y fascia; devolver al músculo su longitud normal; y recuperar el rango de movimiento por medios mecánicos.
 Nosotros utilizamos primero los estiramientos pasivos analíticos de pequeñas porciones del músculo implicado y a continuación del músculo completo Posteriormente realizamos estiramientos post-isométricos del músculo implicado.

 5. MASAJE DE AMASAMIENTO.-

 Es una técnica que termina de elastificar las fibras musculares a la vez que favorece las tres circulaciones: venosa, arterial y linfática. Esta revascularización por vasodilatación arterial garantiza además la salida de productos tóxicos acumulados en el músculo -fundamentalmente en el P.G. y en la banda tensa- por vía de capilares venosos y linfáticos. Las maniobras de amasamiento profundo, en "esponja", también tienen un efecto drenante.

 6. CALOR HUMEDO.-

 Por medio de bolsas, toallas o hidrocollator calientes, que se colocarán sobre la zona tratada y cuyo objetivo es garantizar una mejor circulación a la vez que se relaja y elastifica la zona donde se realizó el tratamiento manual.

 7. NUEVO ESTIRAMIENTO.-

 Se realiza para liberar la tensión residual que pudiera haber quedado tras el anterior tratamiento. Es un estiramiento pasivo y mantenido, completo y de más corta duración que se realiza de 6 a 10 veces en 3 minutos. Se estiran grupos musculares e incluso grandes segmentos (miembro superior o inferior), de esta manera se liberan las tensiones mioaponeuróticas residuales, generalmente situadas en los músculos más profundos y que no había sido posible liberar inicialmente.

 8. SILENCIO PERIFERICO.-

 Consiste en mantener en reposo relativo el área tratada durante 24-48 horas, evitando toda actividad estresante. 

Solo deben realizar las actividades más elementales de la vida diaria, por lo tanto se evitarán las actividades profesionales y deportivas.
 Este punto suele descuidarse por la mayoría de los pacientes. Por ello consideramos que es muy importante que el terapeuta puntualice y reitere esta recomendación.

 El dolor residual "del día siguiente" a la liberación miofascial es habitual como consecuencia del trauma mecánico que se provoca al aplicar las técnicas de liberación.

cross tape para puntos gatillo





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MASAJE

Siempre es agradable recibirlo ya que es beneficioso para el cuerpo tanto físicamente como mental mente y si este lo recibimos al menos una vez a la semana pues mejor y sino una al mes.....